jueves, 18 de marzo de 2010

Altar de santo Domingo de Guzmán

 

clip_image002

Este altar tiene como personaje central a santo Domingo de Guzmán, a los lados del cual se encuentran san Bernardo y san Antonio de Padua, tres de los grandes luchadores contra la herejía y predicadores de la palabra de Dios. Las vidas de los tres se desarrollaron principalmente en Francia y combatieron en especial a los albigenses, los cuales eran seguidores de la herejía más importante dentro de la Iglesia católica durante la edad media.

En realidad, en el tiempo en que vivieron estos tres santos -el siglo XVII y XVIII- Francia, Flandes, Renania, y hasta Inglaterra y Lombardía, estaban llenos de herejías consideradas verdaderamente perniciosas: los cátaros, los valdenses o pobres de Lyón, y otras herejías procedentes del dualístico maniqueísmo oriental. Negaban los dogmas católicos, la unicidad de Dios, la redención por la cruz de Cristo, etc.

Desde San Bernardo, sobre todo, se venía luchando contra ellos sin conseguir grandes resultados. Santo Domingo, la primera noche de su estancia en Tolosa, se encontró con uno de ellos, su propio huésped, quedando horrorizado. Le pidió razón de sus errores y el hereje se defendió como pudo. Hasta que, al fin, profundamente impresionado por el amor y la ternura con que le hablaba Domingo, reconoció sus propios errores y abandonó la herejía. San Antonio, en sus predicaciones en Francia, tomó parte directa en la ruda campaña emprendida por Santo Domingo de Guzmán y sus hijos contra los albigenses. Sus contemporáneos le llamaron "Martillo de los herejes". En un principio encontró fuerte resistencia, con gente que impedía la asistencia a sus sermones, pero entonces, según se dice, el santo recurrió a la eficacia del milagro. Antonio consiguió triunfos impresionantes contra los herejes, y de tal modo supo adueñarse del terreno, que en todas partes provocaba la reacción del pueblo contra la herejía.

Estudio de las obras

clip_image004

Título de la obra: San Bernardo

  • Autor de la obra: Anónimo
  • Dimensiones: 170 X 65 cm
  • Técnica: Media talla pintada y barnizada con ojos de vidrio
  • Fecha: Segunda mitad el siglo XIX
  • Ubicación: Lado izquierdo del altar de santo Domingo de Guzmán al oriente sobre la nave principal
  • Elementos formales: Representación de un hombre barbado de edad media, con el cabello castaño y tez blanca, Viste un hábito amarillo con un cinturón negro en la cintura. Su mano derecha se flexiona hacia el frente y la izquierda descansa sobre el pecho del personaje.
  • Interpretación/ descripción icnográfica:

La figura representa a San Bernardo, posiblemente en predicación.

  • Estudio iconológico:

a) Personajes: San Bernardo

b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:

Nació en Fontaines, Francia, en 1090. Fue religioso cisterciense, abad de Claraval y uno de los grandes doctores de la Iglesia, hijo de una familia noble de Borgoña, compuesta por siete hermanos que lo siguieron a la vida religiosa, juntamente con el padre y el tío. Cuatro de sus hermanos fueron beatificados. Cuando ingresó a la abadía Citaux, lo hizo acompañado por treinta y un candidatos, a los cuales había convencido con su apasionada elocuencia.

Sin embargo, no pudo, como lo hubiera deseado, dedicarse a la contemplación y hubo de hacerlo, en cambio, y durante muchos años, a la predicación, la vida pública y aun la política. No solamente fue religioso contemplativo sino también uno de los grandes teólogos medievales, consejero de papas, reformador de costumbres, escritor y predicador incansable. Fundó monasterios, impulsó la segunda cruzada, luchó contra el antipapa Anacleto, el filósofo Pedro Abelardo y la herejía albigense. Murió en 1152.

c) Atributos iconográficos de los personajes representados:

Se representa vestido con la cogulla blanca de Císter, portando instrumentos de la Pasión y un corazón sobre el pecho colgando de una cinta celeste, que reemplaza el pectoral abacial. A veces porta báculo abacial, mitra en el suelo simbolizando las dignidades episcopales rechazadas; libro, debido a su intensa actividad literaria y diablo a sus pies como referencia a las numerosas ocasiones en las que éste fue vencido por el santo, según relatan extensamente sus primeros biógrafos.

Aunque no existe una vera efigies propiamente dicha, la fisonomía de san Bernardo se basa en el retrato literario realizado por Gofrado de Auxerre en la Vita Prima: “su cuerpo era esbelto y delgado, sumamente fino su cutis y las mejillas ligeramente sonrosadas (…) Su cabello era blondo y su barba rubia” Puede lucir, además, una tonsura monacal que le rodea prácticamente toda la cabeza; suele estar solo, leyendo o rezando, o bien acompañado de otros santos fundadores.

d) Fuentes documentales y científicas del tema:

Todas las biografías de san Bernardo, incluida la que Santiago de la Vorágine escribió en la Leyenda Dorada, se basan en la Vita Prima escrita por Guillermo de Saint Thierry, Arnaldo de Bonaval y Gofredo de Auxerre, contemporáneos del santo. Es, pues, la principal fuente iconográfica sobre san Bernardo; pero no la única, pues habría que incluir sus propios escritos, algunos de los cuales dieron origen a representaciones alegóricas singulares que habrían de incorporarse como episodios verdaderos en las biografías posteriores.

 

clip_image006Título de la obra: Santo Domingo de Guzmán

  • Autor de la obra: Anónimo
  • Dimensiones: 160 X 80 cm.
  • Técnica: Media talla, pintada y barnizada con ojos de vidrio
  • Fecha: Segunda mitad el siglo XIX
  • Ubicación: Al centro del altar de santo Domingo de Guzmán al oriente sobre la nave principal
  • Elementos formales: Hombre barbado de edad media, con cabello castaño y tez clara, viste un manto blanco y capa negra. Con su mano derecha sostiene un báculo. Su mirada se encuentra dirigida a lo alto.
  • Interpretación:

Escultura de Santo Domingo, vestido con el hábito propio de los dominicos. Con su mano derecha sostiene un báculo con la cruz dominica que se representa con la flor de lis.

  • Estado de conservación:

Bueno, únicamente presenta deposición de polvo sobre la superficie.

  • Recomendaciones:

Limpieza periódica con brochuelo de cerda suave para eliminar el polvo superficial

  • Estudio iconológico:

a) Personajes: Santo Domingo de Guzmán

b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:

Domingo nace en Castilla la Vieja en 1170. Convertido muy pronto en canónigo de Osma, acompaña a su obispo a Languedoc para unirse a los cistercienses que intentaban convertir a los herejes albigenses. A la muerte del obispo, en 1207, Domingo pasa a dirigir la misión, predicando sin descanso, esforzándose por llevar una vida de extraordinaria sencillez, viviendo en medio de los laicos, rodeándose de algunos compañeros con los que se entrega a la oración, al estudio y a la penitencia.

El apostolado de Domingo entre los cátaros y los albigenses fracasa, pero en 1215 se dirige a Roma, al concilio de Letrán, y el año siguiente obtiene del papa Inocencio III la autorización para fundar la orden de los Hermanos predicadores. Los últimos años de su vida están consagrados a la organización de ésta y a varios viajes misioneros a Francia e Italia. Muere en Bolonia, a donde se había dirigido para presidir el capítulo general de su orden, en 1221.

La leyenda ha añadido mucho a esta vida. Su nacimiento, como el de Cristo y el de todos los grandes santos, habría sido anunciado por numerosos presagios. Su madre, especialmente, habría visto en sueños al hijo que esperaba marcado en la frente con una estrella y acompañado por un perro blanco y negro que llevaba en la boca una antorcha encendida.

Esta visión, construida sobre un juego de palabras en el que la palabra Dominicus se asemejaría a la expresión Domini canis (perro del Señor) fue interpretada como un presagio que subrayaría cómo Domingo sería el perro guardián de la Iglesia contra la herejía. Numerosos milagros fueron atribuidos también al santo durante su predicación, especialmente la resurrección de un joven muerto de una caída de caballo y el salvamento de peregrinos que iban a ahogarse al intentar atravesar el Garona para dirigirse a Santiago de Compostela.

c) Representaciones a través de la historia:

Los principales acontecimientos de su vida han dado lugar en todos los casos a numerosas y variadas imágenes: la visión de su madre antes de nacer; los diferentes episodios de la predicación en Languedoc, especialmente los milagros; la fundación de la orden de los dominicos; la muerte del santo. A esto se añaden varias escenas legendarias: la aparición de la Virgen del Rosario a santo Domingo en Albi (esta tradición surge a partir del siglo XV); el encuentro fraternal de santo Domingo y san Francisco; la visión de las dos escaleras celestiales: un hermano dominico ve en sueños dos escaleras sujetas por Cristo y por la Virgen que sirven para hacer subir al cielo el alma de santo Domingo.

d) Atributos iconográficos de los personajes representados:

Santo Domingo aparece casi siempre revestido con el hábito de su orden: túnica blanca y manto negro. Una estrella brilla en su frente o por encima de su cabeza. A veces hay un perro a su lado. Se le suele representar también con el libro y el báculo rematado por una cruz florecida. El emblema de su orden.

e) Fuentes documentales y científicas del tema:

GELABERT, J. M. (ed.), Santo Domingo de Guzmán visto por sus contemporáneos, Madrid, B.A.C, 1966

IBAÑEZ, Perez. A.C. Iconografía de santo Domingo de Guzman en Burgos. Cuadernos de arte e iconografía VI, II (1993), pp. 507-514.

 

clip_image008

Título de la obra: San Antonio de Padua

Autor de la obra: Anónimo

Dimensiones: 163 X 60 cm.

Técnica: Media talla, pintada y barnizada

Fecha: Segunda mitad del siglo XIX

Ubicación: Lado derecho del altar de santo Domingo de Guzmán al oriente sobre la nave principal

Elementos formales: Representación de hombre joven e imberbe de piel clara y cabello obscuro, se presenta de pie y de frente. Viste un sayal café y cinculo. Entre sus brazos sostiene a un niño pequeño.

Interpretación:

Escultura de San Antonio de Padua, vestido con el hábito franciscano. Suele ser representado con el niño Jesús, debido a la gran devoción que le tenía.

Estado de conservación:

Presenta una capa de polvo superficial y algunas manchas blancas en superficie.

Recomendaciones:

Limpieza periódica con brochuela de cerda suave para eliminar la capa de polvo.

Estudio iconológico:

a) Personajes: San Antonio de Padua y el niño Jesús.

b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:

San Antonio de Padua es, después de San Francisco de Asís, el más popular de los santos franciscanos. Nació en Lisboa en 1195 y sólo pasó en Padua los dos últimos años de su vida. Después de haber estudiado en el convento de Santa Cruz de Coimbra, en 1220 ingresó en la orden de los hermanos menores, donde cambió su nombre de pila, Fernando, por el de Antonio. Después de haber enseñado teología en Bolonia, recorrió el sur y el centro de Francia, predicando en Arles, Montpellier, Puy, Limoges y Bourges. En 1227 participó en el capítulo general de Asís. En 1230 se ocupó de la traslación de los restos de San Francisco. Predicó en Padua y allí murió a los 36 años, en 1231. Fue canonizado sólo un año después de su muerte, en 1232.

c) PATRONAZGOS

Hasta finales del siglo XV, el culto de san Antonio permaneció localizado en Padua. A partir del siglo siguiente se convirtió, en principio, en el santo nacional de los portugueses, que ponen bajo su advocación las iglesias que edifican en el extranjero; y luego en un santo universal.

Se lo invocaba para el salvamento de los náufragos y la liberación de los prisioneros. Los marinos portugueses lo invocaban para tener buen viento en las velas, fijando su imagen en el mástil del barco. En la actualidad se lo invoca sobre todo para recuperar los objetos perdidos. No obstante, no hay huella de este último patronazgo antes del siglo XVII. Parece ser que se debe a un juego de palabras con su nombre: se le llamaba Antonio de Pade o de Pave, abreviatura de Padua (Padova). De ahí se pasó a atribuirle el don de recuperar los épaves, es decir, los bienes perdidos.

d) Atributos iconográficos de los personajes representados:

Se le representa con hábito de franciscano, ceñido a la cintura por un cíngulo. Los atributos muy numerosos que se le asignan son en su mayoría tardíos y a veces tomados de otros santos: las llamas que brotan de su mano derecha proceden de una confusión iconográfica con su homónimo San Antonio Abad; el corazón inflamado que sustituyó luego a las llamas viene de San Agustín; la rama de lirio parece estar tomada de su panegirista, San Bernardino de Siena. En todo caso, puede comprobarse que el lirio abierto no se le concedió como atributo antes de 1450, fecha de la canonización de San Bernardino.

El Niño Jesús alude a una aparición que tuvo en su habitación. Se convirtió en su atributo más popular, pero sólo después del siglo XVI, siendo puesto de moda por el arte barroco de la Contrarreforma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario