Este altar está dedicado a la inmaculada concepción. A sus costados encontramos a dos de los representantes de la comunidad jesuita: San Roberto Belarmino y San Francisco de Borja, a estos dos los une la erudición, la fuerza y éxito con los que predicaron, así como su labor como escritores. Los Jesuitas se distinguieron por su gran devoción mariana, ésta deriva principalmente de dos factores:
La gran devoción de San Ignacio de Loyola a la Virgen, ya que según la leyenda dorada una noche se le apareció la Madre de Dios, rodeada de luz y llevando en los brazos a Su Hijo. La visión fue el principio de su conversión. Así, Ignacio y sus compañeros decidieron formar una congregación religiosa para perpetuar su obra. A los votos de pobreza y castidad debía añadirse el de obediencia para imitar más de cerca al Hijo de Dios, que se hizo obediente hasta la muerte. Para alcanzar estos fines toman la protección y mediación de la Inmaculada concepción de María y del Niño Jesús. San Francisco de Borja es reformador de la orden de la Compañía de Jesús, con tres normas: la oración y los sacramentos, la oposición a la mentalidad del mundo y la perfecta obediencia, dio tal ímpetu a su orden en todo el mundo, que puede llamársele el segundo fundador. San Francisco de Borja tenía una profunda devoción a la Eucaristía y a la Virgen Santísima, por su parte San Roberto Berlamino profesó en la compañía de Jesús a sus diecisiete años y años más tarde se le declaró Doctor de la Iglesia.
Estudio de las obras
Título de la obra: San Francisco de Borja
- Autor de la obra: Agustín Espinosa
- Dimensiones: 139 cm. X 44 cm.
- Técnica: Media talla, pintada y barnizada con ojos de vidrio
- Fecha: Primera mitad del siglo XIX
- Ubicación: Lado derecho del altar de la inmaculada concepción al poniente sobre la nave principal
- Elementos formales: Hombre barbado de edad media vestido con alba y casulla. Su mano derecha se encuentra sobre el pecho mientras que su mano izquierda sostiene un mapa de América. Su mirada está dirigida hacia el cielo.
- Interpretación:
Escultura de San Francisco Borja, perteneciente a la orden de los Jesuitas. El mapa que sostiene con su mano izquierda recuerda la autorización que dio a la orden a la que pertenecía para venir a Nueva España.
- Estado de conservación:
Bueno, la obra solo presenta una capa de polvo superficial.
- Recomendaciones:
Limpieza periódica en seco con el fin de eliminar el polvo depositado sobre la superficie de la obra.
- Estudio iconológico:
a) Personajes: San Francisco de Borja
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
Francisco de Borja (1510-1572), marqués de Lombay y primo de Carlos V, fue en su juventud caballerizo mayor de la emperatriz Isabel de Portugal y como tal fue comisionado, a la muerte de ésta, para trasladar su cadáver de Toledo a Granada, donde sería enterrada en el mausoleo de los Reyes Católicos.
Ribadeneyra cuenta que, al llegar a Granada y destapar el ataúd para reconocer el cadáver, Francisco quedó sumamente trastornado por el modo en que la muerte había transformado a aquella angelical criatura en pestilente alimento de los gusanos. Francisco quedó trocado “como de muerte a vida” y se prometió “nunca más servir a señor que se pueda morir”, revelación que —según Rivadeneyra— lo hizo decidirse a encaminar sus pasos solamente hacia Dios. Este momento se conoce como su “conversión”. A esto podemos añadir el hecho de que Francisco de Borja invirtió todavía mucho tiempo cumpliendo con sus obligaciones de noble: después de la muerte de la emperatriz fue virrey de Cataluña y se hizo cargo de su ducado en Gandía, donde crió y educó a los ocho hijos que tuvo con su esposa, Leonor de Castro.
La muerte de su esposa, en 1546, tal vez tenga mucho más que ver con su ingreso en la vida religiosa, pues a partir de entonces comienza su correspondencia con Ignacio de Loyola. La muerte de su esposa también está envuelta en una atmósfera milagrosa. Mientras ella se encontraba gravemente enferma, él fue a orar por su salud ante un crucifijo. Ribadeneyra dice que el propio Borja le dijo que “Estando en esta suplicación fue visitada su alma con una esclarecida luz y oyó como una voz interior que le dezía: Si tu quieres que te dexe a la Duquessa mas tiempo en esta vida, yo lo dejo en tus manos, pero avisote que a ti no te conviene”,7 a lo que él respondió: “[…] que ansi como yo no soy mío, sino vuestro, ansi no quiero que se haga mi voluntad sino la vuestra, y que quiere lo que vos quereis.”. Escribió a San Ignacio de Loyola pidiéndole que lo admitiera como jesuita. El santo le respondió que sí lo admitiría, pero que antes se dedicara a terminar la educación de sus hijos y que aprovechara este tiempo para asistir a la universidad y obtener el grado en teología.
Murió el 30 de septiembre de 1572 en Roma.
c) Atributos iconográficos de los personajes representados:
La representación más usual es la imagen devocional, de culto, acompañado siempre de otros ilustres santos jesuitas. El principal atributo iconográfico de este santo es una “calavera con corona imperial”, que recuerda un pasaje de su vida que fue difundido por la hagiografía que de él hiciera el jesuita Pedro de Ribadeneyra.
d) Fuentes documentales y científicas del tema:
RIBANEDEIRA, Pedro de. Vida del P. francisco de Borja. Madrid, 1592.
Título de la obra: Inmaculada Concepción
- Autor de la obra: Anónimo
- Dimensiones: 178 X 78 cm
- Técnica: Media talla, pintada y barnizada con ojos de vidrio
- Fecha: Segunda mitad siglo XIX
- Ubicación: Al centro altar de la inmaculada concepción al poniente sobre la nave principal
- Elementos formales: Mujer joven de larga cabellera vestida con túnica blanca de filos dorados y manto azul. Sus manos se encuentran entrecruzadas sobre su pecho y su mirada se dirige hacia el cielo. Está parada sobre una nube, donde se puede percibir los rostros de tres infantes.
- Interpretación:
Típica representación de la Inmaculada Concepción. Esta imagen recuerda el momento de la concepción de Maria, siendo preservada de la mancha del pecado original.
- Estado de conservación:
Bueno, únicamente presenta una capa superficial de polvo.
- Recomendaciones:
Limpieza periódica en seco con el fin de eliminar el polvo depositado sobre la superficie de la obra.
- Estudio iconológico:
a) Personajes: La Virgen María
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
En la Constitución Ineffabilis Deus de 8 de Diciembre de 1854, Pío IX pronunció y definió que la Santísima Virgen María «en el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador del linaje humano, fue preservada de toda mancha de pecado original».
«La Santísima Virgen María...» El sujeto de esta inmunidad del pecado original es la persona de María en el momento de la creación de su alma y su infusión en el cuerpo.
«... en el primer instante de su concepción...» El término concepción no significa la concepción activa o generativa por parte de sus padres. Su cuerpo fue formado en el seno de la madre, y el padre tuvo la participación habitual en su formación. La cuestión no concierne a lo inmaculado de la actividad generativa de sus padres, ni concierne tampoco absoluta y simplemente a la concepción pasiva (conceptio seminis carnis, inchoata), la cual, según el orden de la naturaleza, precede a la infusión del alma racional. La persona es verdaderamente concebida cuando el alma es creada e infundida en el cuerpo. María fue preservada de toda mancha de pecado original en el primer momento de su animación y la gracia santificante le fue dada antes que el pecado pudiese hacer efecto en su alma.
«... fue preservada de toda mancha de pecado original...» La esencia formal activa del pecado original no fue removida de su alma como es removida de otros por el bautismo; fue excluida, nunca fue simultánea con la exclusión del pecado. El estado de santidad original, inocencia y justicia, como opuesto al pecado original, fue conferido sobre ella; por cuyo don cada mancha y falta, todas las emociones, pasiones y debilidades depravadas, esencialmente pertenecientes a su alma por el pecado original, fueron excluidas. Mas no fue eximida de las penas temporales de Adán: el dolor, las enfermedades corporales y la muerte.
«... por un singular privilegio y gracia concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador del linaje humano». La inmunidad del pecado original fue dada a María por una singular exención de una ley universal por los mismos méritos de Cristo, mientras los demás hombres son limpiados del pecado por el bautismo. María necesitó la redención del Salvador para obtener esta exención y ser liberada de la necesidad y de la deuda (debitum) universal del estar sujeto al pecado original. La persona de María, por su origen de Adán, habría sido sujeto de pecado; pero, siendo la nueva Eva quien sería la madre del nuevo Adán, fue, por el eterno designio de Dios y por los méritos de Cristo, apartada de la ley general del pecado original. Su redención fue la verdadera obra maestra de la sabiduría redentora de Cristo. Es un redentor mayor quien paga la deuda en que no incurrió que quien paga después que ha caído en la deuda. Éste es el significado del término «Inmaculada Concepción».
Representaciones a través de la historia: El tema de la Concepción Inmaculada se da en España desde el siglo XVII. La Inmaculada Concepción de María significa, según la doctrina católica, que la Madre de Dios desde que fue concebida ha sido preservada del pecado original. Este dogma católico estaba siendo cuestionado por los protestantes en el siglo XVII por lo que en la católica España se puso de moda la imagen de la Inmaculada Concepción. Este es el motivo de la proliferación de imágenes de la Inmaculada en el arte Barroco español. La iconografía de la Inmaculada la dictó.
Francisco Pacheco representándola a una edad juvenil, vestida con túnica blanca y manto azul, símbolos de pureza y eternidad respectivamente, coronada con doce estrellas, la media luna y una serpiente a los pies simbolizando su dominio sobre el pecado.
a) A tributos iconográficos:
La iconografía de la Inmaculada Concepción surge de la tradición cristiana en su deseo de defender la concepción sin pecado de la Virgen y no obtuvo su declaración oficial como dogma de la Iglesia hasta 1855.
Título de la obra: San Roberto Belarmino
- Autor de la obra: Agustín Espinosa
- Dimensiones: 140 X 60
- Técnica: Media talla, pintada y barnizada.
- Fecha: Primera mitad del siglo XIX
- Ubicación: Lado izquierdo del altar de la inmaculada concepción al poniente sobre la nave principal
- Elementos formales: Hombre barbado de edad media, vestido con sotana roja, sobrepelliz y birrete. En su mano izquierda sostiene un libro.
- Interpretación:
Se trata de una representación de San Roberto Belarmino. Se encuentra vestido de cardenal debido a que fue nombrado Doctor de la Iglesia por el Papa Pío XI.
- Estado de conservación:
Bueno, únicamente presenta deposición de polvo sobre la superficie. Tres dedos de la mano izquierda han sido pegados.
- Recomendaciones:
Hacer una limpieza periódica en seco, utilizando plumero, con el objetivo de remover el polvo depositado sobre la superficie de la obra. Hay que tener especial cuidado con la mano izquierda para evitar desprendimientos. Habría que revisar los tratamientos que se hicieron sobre esa mano en vías de determinar si fueron apropiados o si es necesario remplazarlos.
- Estudio iconológico:
a) Personajes: San Roberto Belarmino
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
Roberto significa: "el que brilla por su buena fama". (Ro: buena fama. Bert: brillar). Belarmino quiere decir: "guerrero bien armado". (Bel: guerrero. Armin: armado).
Distinguido teólogo jesuita, escritor y cardenal, nacido en Montepulciano, el 4 de octubre de 1542; fallecido el 16 de Setiembre de 1621. Fue llevado al colegio Jesuita recientemente fundado en su ciudad, y entró en la Compañía de Jesús el 20 de Setiembre de 1560, siendo admitido a sus primeros votos al día siguiente. En 1576 se le confió el profesorado de Controversias recientemente fundado en la Universidad Romana. Probó estar a la altura de la ardua tarea, y las conferencias dictadas dieron sus frutos en el trabajo "De Controversiis, este trabajo monumental fue el más temprano intento de sistematizar las variadas controversias de su tiempo, y produjo una inmensa impresión a través de Europa, el impacto asestado al Protestantismo fue tan agudamente sentido en Alemania e Inglaterra que fueron fundados profesorados especiales con el objeto de proveer respuestas al mismo. En 1588 Bellarmine fue hecho Padre Espiritual de la Universidad Romana, pero en 1590 fue como teólogo, con el Cardenal Gaetano, a la embajada que Sixto V estaba entonces enviando a Francia, para proteger los intereses de la Iglesia en medio de los problemas ocasionados por las guerras civiles.
Asimismo por ese tiempo integró la comisión final para la revisión del texto de la Vulgata. Esta revisión había sido requerida por el Concilio de Trento, y los papas posteriores habían trabajado sobre el objetivo y casi habían llegado a completarlo. En 1597 Clemente VIII lo llamó de vuelta a Roma y lo hizo su propio teólogo y adicionalmente Examinador de Obispos y Consultor del Santo Oficio. Más tarde, en 1599 lo hizo Cardenal-Pastor del título de Santa María in viâ ,alegando como razón para esta promoción que "la Iglesia de Dios no tenía otro igual en erudición".
Su espíritu de predicador, su singular delicadeza de conciencia y libertad de pecado, su espíritu de humildad y pobreza, junto con el desinterés con el que se mostró tanto bajo sus hábitos de cardenal como bajo su ropaje de jesuita, su pródiga caridad con los pobres, su devoción al trabajo, se combinaron para impresionar a aquellos que lo conocieron íntimamente con la sensación de que él estaba entre los santos. De acuerdo con esto, cuando murió, fue la expectativa general que su causa sería prontamente introducida. Y así fue, bajo Urbano VIII en 1627, cuando se apelo a su titulación como Venerable. Pero un obstáculo técnico, surgido de la legislación general del propio Urbano VIII con relación a las beatificaciones, requirió su prórroga en ese momento. Aunque fue reintroducida en diversas ocasiones (1675, 1714, 1752 y 1832), y aunque en cada ocasión hubo una gran preponderancia de votos en favor de la beatificación, sólo después de muchos años tuvo un resultado exitoso. Bellarmine fue finalmente canonizado por el Papa Pío XI en 1930, y declarado Doctor de la Iglesia Universal en 1931. Es el santo patrón de los catequistas.
c) Atributos iconográficos de los personajes representados:
Suele ser representado con sotana, birrete magisterial y un libro, o con las insignias cardenalicias.
Tienen las imagenes erroneas (invertidas) al describirlas
ResponderEliminar