En el altar mayor se encuentra como figura central San José con el niño Jesús en brazos, ambos coronados como reyes de la Iglesia católica. Esta imagen resulta muy importante si se toma en cuenta que el templo está dedicado a San José, por lo tanto la imagen del mismo ocupa un lugar preponderante dentro de este recinto.
En los muros laterales del altar mayor se localizan las esculturas de Santa Teresa de Jesús (lado derecho) y San Juan de la Cruz (lado izquierdo), estos dos personajes a lo largo de su vida fueron grandes devotos de San José y bajo su patrocinio lograron grandes reformas en la iglesia de la época.
Santa Teresa de Jesús en 1562 consiguió fundar en Ávila el convento de San José, la primera comunidad de monjas carmelitas descalzas, a esta orden y su desarrollo dedicó su vida entera. Justo frente a esta imagen y por consiguiente del lado derecho del espectador se encuentra la representación de San Juan de la Cruz, con la ayuda de este personaje Santa Teresa organizó una nueva rama del Carmelo. Así, en 1568, Juan de la Cruz fundó el primer convento Carmelita masculino bajo el patrocinio de San José, esta orden se distinguía por su insistencia en la contemplación y la austeridad extremas. Debido a lo anterior, los dos personajes anteriores se consideran reformadores de la iglesia Carmela, bajo su dirección comienza la nueva regla en estos conventos, ésta elimina las concesiones hechas al mundo y retorna a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo.
Estudio de las obras
Título de la obra: San José
Autor de la obra: Pablo Valdez
Dimensiones: Por su ubicación resultó imposible tomarlas
Técnica: Escultura de media talla, pintada y barnizada.
Fecha: S. XIX
Ubicación: Altar mayor del templo de San José de Gracia.
La escultura representa a un hombre joven barbado, con la piel blanca y el cabello oscuro. Se presenta de pie y de frente, y viste un manto verde. Con el brazo izquierdo sostiene a un niño pequeño que viste también de verde. Con la mano derecha sujeta un báculo florecido plateado. Ambos personajes se presentan coronados, con coronas rojas con dorado.
La escultura representa a José con el niño Jesús en brazos, ambos coronados.
Bueno, la pieza solo presenta una capa superficial de polvo.
Limpieza periódica con brochuelo de cerda suave para eliminar el polvo.
a) Personajes: San José y el niño Jesús
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
José es el esposo de María y el “padre legal” de Jesús. De él se nos dice que procedía de la casa de David, que era carpintero y un hombre justo. Desposado con María, pensó en repudiarla en secreto cuando advirtió que estaba embarazada, pero el ángel san Gabriel se le apareció en sueños y le sacó de su congoja.
Cuando nació Jesús, lo envolvió en pañales, lo depositó en un pesebre y, pasado el plazo establecido por la Ley, lo llevó al Templo para ser circuncidado y para consagrarle a Dios con los dones prescritos para los primogénitos. Después escapó con María y con el niño Jesús hacia Egipto. A su vuelta a Israel, san José fue testigo de la sabiduría divina del Niño, cuando lo vio discutir con los doctores en el Templo; pero debió morir poco después, pues ya no se encuentra junto a María en las bodas de Caná. La devoción a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX. El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José. [1]
c) Representaciones del personaje en la historia:
Desde los comienzos del arte cristiano y hasta el siglo XVI, San José aparece como una figura secundaria en los episodios relacionados con la infancia de Jesús.
En los primeros siglos es un hombre joven, a veces sin barba. Durante la Edad Media y el Renacimiento se convirtió en un anciano de barbas blancas. La imagen autónoma del santo surge ya en los primeros decenios del siglo XVI, favorecido este hecho por la publicación de los textos de Isolano y sobre todo el de Molanus, y es en España donde al parecer se crea tempranamente ese tipo.
d) Atributos iconográficos de los personajes representados:
San José: Por lo general empuña una vara o báculo florecido como signo de su virginidad, en algunas ocasiones se le colocan algunas herramientas de carpintero y muy a menudo se representa sosteniendo en brazos al niño Jesús. El color de su vestimenta se repite constantemente en sus diferentes representaciones, estos colores son túnica verde y manto o capa roja, sin embargo en algunos ejemplos se le puede encontrar portando un manto amarillo o dorado.
San José coronado por el niño es un tema devocional muy difundido por toda América. La escena tiene lugar en un ámbito celestial donde el Niño Jesús coloca una corona de flores sobre la cabeza del patriarca. También puede ser coronado por María y la Trinidad y en tales casos regularmente es una corona real.
e) Fuentes documentales y científicas del tema:
Para muchos autores, el punto de partida del protagonismo de la figura de san José a partir del siglo XVI fueron dos libros: el del dominico Isolanus, Suma de los dones de San José, publicado en Pavía en 1522; y principalmente el libro de Juan Molano, De Picturis et Imaginibus Sacris, en 1970. CATÁLOGO, San José en el arte español, Madrid, 1972
Título de la obra: Cristo Crucificado
Autor de la obra: Anónimo
Dimensiones: 1.50 m x 1.10 m.
Técnica: Media Talla pintada y barnizada, con ojos de vidrio
Fecha: Segunda mitad del siglo XIX
Ubicación: Altar Mayor, lado derecho
Elementos formales:
La obra presenta un hombre barbado de edad media, tiene el cabello oscuro y en melena. Se encuentra guindado sobre una cruz de madera que en la parte superior presenta una cartela con la inscripción: INRI.
Su expresión es doliente y presenta diferentes heridas sanguinolentas.
Representación de Cristo crucificado
Bueno, únicamente presenta un poco de polvo en la superficie.
Limpieza periódica con brochuelo de pelo suave en vías de eliminar el polvo y la suciedad que pueda acumularse.
a) Personajes: Jesucristo
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
La crucifixión de Cristo marca uno de los eventos más importantes en el cristianismo. Según Juan (18,13-24), después de ser arrestado Jesús, primero fue conducido ante Anás, suegro del máximo sacerdote Caifás, para un interrogatorio preliminar. Los sinópticos no mencionan este incidente, sólo relatan que Jesús fue conducido al consejo supremo de los judíos, el Sanedrín, donde Caifás pidió a Jesús que declarase si era “el Mesías, el hijo de Dios” (Mt. 26,63). Por esta afirmación (Mc. 14,62), el consejo le condenó a muerte por blasfemia, pero como sólo el procurador romano tenía poder para imponer la pena capital, el viernes por la mañana condujeron a Jesús ante Poncio Pilatos para sentenciarle. Antes del juicio, Pilatos le preguntó si era el rey de los judíos, Jesús contestó: “Tú lo has dicho” (Mc. 15,2). Pilatos intentó varios recursos para salvarle antes de dejar la decisión final en manos de la muchedumbre. Cuando el populacho insistió en su muerte, Pilatos (Mt. 27,24) ordenó su ejecución. El papel real de Pilatos ha sido muy debatido por los historiadores. La Iglesia antigua tendió a culpar más a los judíos y a juzgar con menos severidad al gobernador romano. Jesús fue llevado al Gólgota y crucificado, que era la pena romana para los criminales y los delincuentes políticos. Dos ladrones fueron también crucificados con él, uno a cada lado. En la cruz, sobre la cabeza de Jesús escribieron su acusación: “este es Jesús, el rey de los judíos” (Mt. 27,37). Al caer el día, su cuerpo fue descendido, y como estaba cerca el shabat (día festivo de los judíos), tiempo durante el cual no estaba permitido el enterramiento, fue rápidamente depositado en una tumba cercana por José de Arimatea (Jn. 19,39-42 relata que Nicodemo ayudó a José). La trascendencia y significado de la crucifixión ha sido un tema de debate teológico a lo largo de toda la historia de la Iglesia. Así, el simbolismo de la cruz de Cristo fue expresado ya por san Pablo (I Cor. 1,17 ss.). La crucifixión supone únicamente una humillación y derrota en apariencia pues antecede a la victoria de Cristo sobre la propia muerte.
c) Atributos iconográficos de los personajes representados:
Se trata de una de las imágenes más importantes en la religión católica, agrupa en ella una serie de elementos iconográficos muy precisos: en primer lugar se encuentra evidentemente la cruz, aparecen también las llagas y en especial la llaga del costado derecho provocada por una lanza durante la crucifixión, la corona de espinas, el paño de pureza y los clavos en las manos y en los pies. Estos clavos se pueden considerar propios de la crucifixión de Cristo dentro de la iconografía al tomar en cuenta que los dos ladrones que lo acompañaron, Dimas y Gestas, se representan atados con lazos. Se dice también que cuando los ojos de Cristo están entreabiertos significa que está en agonía y que, cuando están cerrados, está muerto. En éste último caso, suele presentar una tonalidad en la piel marcadamente pálida.
d) Fuentes documentales y científicas del tema:
La crucifixión de Cristo entre dos ladrones es relatada en el Nuevo Testamento por los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan (Mt. 27,33-44; Mc. 15,22-32; Lc. 23,33-43; Jn. 19,17-30). Los otros 23 libros del Nuevo Testamento apoyan, mas no abundan en los detalles registrados por los cuatro evangelistas. Algunos autores contemporáneos cristianos, judíos y romanos, proveen información adicional sobre los sistemas legales judíos y romanos del siglo primero, así como particularidades sobre flagelación y la crucifixión. Séneca, Livil, Plutarco y otros historiadores se refieren a las prácticas de la crucifixión en sus diversos escritos. Además, Jesús es mencionado por los historiadores romanos Cornelio, Tácito, Plinio «El Menor» y Suetonio; y por los historiadores no romanos, Thallus y Phlegon, por el escritor satírico Luciano de Samosata, por el Talmud Judío, y por el historiador judío Flavio Josefo.
Título de la obra: San Juan de la Cruz
Autor de la obra: Anónimo
Dimensiones: 1.80 x .80 m.
Técnica: Escultura de media talla. Pintada y barnizada, presenta aplicación de ojos de vidrio.
Fecha: Segunda mitad del siglo XIX
Ubicación: Altar mayor lado izquierdo
Elementos formales: Representación de hombre joven e imberbe, éste tiene el cabello castaño. Se presenta de pie y de frente, viste un hábito café obscuro y capa color crema. Entre sus manos sostiene una cruz.
La imagen representa a San Juan de la Cruz, fundador del primer convento Carmelo masculino
En general es bueno, únicamente presenta una capa de polvo en superficie.
Limpieza superficial periódica con brochuelo de cerda suave, sólo para eliminar el polvo.
a) Personajes: San Juan de la Cruz
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
San Juan de la Cruz (1542-1591) fue Carmelita Descalzo y su verdadero nombre fue Juan de Yepes. Nació en Fontiveros, Segovia, en una familia pobre. Tuvo un bienhechor: don Alonso Álvarez de Toledo, que le pagó los estudios para que se ordenara sacerdote.
Vistió el hábito de la orden en 1563 y fue enviado a estudiar teología a Salamanca, donde estuvo hasta 1567. Pero él quería una vida más retirada que el sacerdocio y ya había decidido hacerse cartujo cuando conoció a Santa Teresa, que había iniciado la reforma del Carmelo y supo atraérselo para su causa. Después, ella lo envió a fundar a Duruelo el primer convento de la rama masculina de los carmelitas descalzos. Fue entonces cundo adoptó el nombre de San Juan de la Cruz.
Fue secuestrado por la rama calzada de la Orden y fue prisionero durante seis meses. En este tiempo y hasta su muerte, tuvo una larga serie de padecimientos, tanto físicos como espirituales. Permaneció 10 años en Andalucía y después fue a Segovia en 1588.
Después de la muerte de Teresa se vio envuelto, aun más, en los problemas creados entre las dos ramas, hasta que murió, como deseaba, humillado, en el convento de Ubeda el 14 de diciembre de 1591.
La poesía mística de san Juan de la Cruz es considerada como la cumbre de la lírica espiritual hispánica.
c) Representaciones del personaje en la historia:
Su fisonomía suele adaptarse a las descripciones que de él dejaron los biógrafos, especialmente Jerónimo de San José, que dice que tenía el rostro un poco redondo y una calva venerable con un poco de pelo delante. Otra fuente para fijar su fisonomía son dos retratos que se le hicieron en Granada sin su consentimiento cuando se encontraba en oración. Esta expresión de concentración espiritual es la que encontramos en los retratos conservados en los conventos de carmelitas. También, es muy posible que otros retratos fueran destruidos junto a las cartas del santo cuando sufrió la persecución de sus superiores en 1591. Estas circunstancias y el retraso en subirle a los altares han propiciado que lo mejor y más rico de su iconografía se encuentren en los grabados.
Entre sus representaciones más comunes están las que lo relacionan con santa Teresa, en un coloquio entre los dos santos para simbolizar el diálogo de alta espiritualidad que mantenían y a veces también para realzar su carácter de fundadores del carmen descalzo.
d) Atributos iconográficos de los personajes representados:
Paloma, pluma, libro y cruz, en ciertos casos lleva el lirio. Además de por sus atributos, se reconoce a san Juan por la esclavina corta de color blanco con capuchón que lleva puesta.
e) Fuentes documentales y científicas del tema:
JOSÉ DE JESÚS MARÍA (Quiroga), Historia de la vida y virtudes del venerable. Ed. de F. Antolín. Salamanca, Junta de Castilla y León, 1992
JERÓNIMO DE S. JOSÉ (Ezquerra), Historia del Venerable Padre Fray Juan de la Cruz. Nueva ed. preparada por J.V. Rodríguez. Valladolid, Junta de Castilla y León, 1993,
PACHO, Eulogio (dir.), Diccionario de San Juan de la Cruz. Burgos, Monte Carmelo, 2000, 1577
Título de la obra: Santa Teresa de Jesús
Autor de la obra: Anónimo
Dimensiones: 1.91 x 0.74 m
Técnica: Escultura de media talla pintada y barnizada.
Fecha: Segunda mitad del siglo XIX
Ubicación: Altar mayor del lado izquierdo
Elementos formales: Se representa a un personaje femenino de pie y de frente, viste un hábito de religiosa café oscuro y capan color crema, porta un birrete bicolor. Con la mano izquierda sostiene un libro abierto y con la derecha una pluma. Su mirada se dirige a lo alto.
La imagen representa a Santa Teresa de Jesús reformadora y doctora de la iglesia católica. Fundadora de las carmelitas descalzas.
Bueno, sólo presenta una capa superficial de polvo.
Limpieza periódica en seco con el fin de eliminar el polvo depositado sobre la superficie de la obra.
a) Personajes: Santa Teresa de Jesús
b) Consideraciones académicas e históricas acerca del tema o personaje:
Nació en Ávila (España) el 28 de marzo de 1515 en una familia numerosa. Cuando tenía doce años murió su madre y en 1531 su padre la metió en el convento de monjas agustinas de Santa María de Gracia, después de un año y medio tuvo que regresar por una grave enfermedad. En 1533 ingresó en el convento carmelita de Santa María de la Encarnación de Ávila, donde permaneció hasta 1562. Durante este periodo se suceden las visiones y los episodios místicos, así como el sufrimiento de la santa ante la incredulidad de sus confesores. De las muchas visiones que tuvo, la más importante es la de la transverberación, palabra que significa “atravesarlo a uno con una gran herida”. Dice ella describiendo esta experiencia: "Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón. Desde ese momento sentí en mi alma el más grande amor a Dios". Hacia 1560 santa Teresa tuvo una visión del infierno que la hizo cuestionarse la comodidad de la que gozaba en el monasterio y aquí se comenzó a gestar su idea de la reforma del Carmelo. A pesar de la fuerte oposición que encontró, pudo fundar el primer convento de las “descalzas”, donde las monjas vivían sólo de las limosnas y del trabajo manual, no había distinciones sociales entre ellas y se imponían largas horas de silencio y de meditación personal. En 1567 el padre general de la Orden del Carmelo aprobó su reforma. En seguida, santa Teresa emprendió una serie de viajes que llevaron a la fundación de 16 conventos y a una gran extensión de la reforma en 12 años. En este tiempo conoció a san Juan de la Cruz, que extendería la reforma por la rama masculina de la Orden. En 1580 obtuvo la separación tan ansiada de las dos ramas de la orden. En 1582 recibió la orden del provincial de marchar a Alba de Tormes porque la duquesa, en trace de dar a luz, requería de su presencia para que intercediera por ella; pero llegó tan agotada y enferma que murió a los pocos días. En su escritura, santa Teresa destaca ante todo como comunicadora de a experiencia mística, utilizando un estilo atractivo espontáneo y muy personal. El caso de santa Teresa es uno de los pocos en que sus contemporáneos pudieron tener un retrato directo, debido éste a fray Juan de la Miseria. Pocos artistas, sin embargo, se basaron en él, prefiriendo idealizar su figura como ocurre con la mayoría de as imágenes barrocas y posteriores.
c) Representaciones del personaje en la historia:
Las imágenes en las que se representa con sus atributos de escritora son las más frecuentes, siguiendo una tipología que apenas tiene variaciones: suele aparecer de pie con la pluma en la mano derecha y un libro abierto en la izquierda, su rostro se orienta absorto hacia el infinito, como prestando atención a la paloma que vuela sobre su hombro derecho.
d) Atributos iconográficos de los personajes representados:
Viste el hábito marrón y la capa blanca corta propia de las descalzas y sus atributos son la pluma que sostiene en actitud de escribir, el libro y la paloma del Espíritu Santo como fuente de su inspiración. En el arte italiano es frecuente el ángel con el dardo como atributo. Cuando se señala que además de escritora es doctora de la iglesia, título que se le otorgó desde antiguo, pero que recién fue reconocido oficialmente por el papa Paulo VI, lleva la muceta blanca y el birrete y es iluminada por el Espíritu Santo.
e) Fuentes documentales y científicas del tema: El libro de la vida y Las fundaciones, redactados por ella misma. El primero se publicó en 1588, edición impresa en Salamanca y dirigida por fray Luís de León.
BARCIA, A., “El retrato de Santa Teresa” en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos 13, 1909, pp. 1-15.
PARDO CANALIS, E., “Iconografía teresiana” en Goya 53, 1963, pp. 298-307
· [1] San José www.corazones.org/santos/jose_san/jose_historia.htm